PINOT NOIR: delicada y elegante

Es una cepa de Vitis vinifera cuyo nombre procede del francés y se traduce al español como «piña negra» ya que sus racimos pequeños, cónicos y apretados se asemejan a la piña del pino.

Se la considera originaria de la Borgoña, en el centro-este de Francia, donde según estudios genéticos e históricos se estima que se cultiva desde la época romana alrededor del siglo I d.C. Sin embargo, la primera mención documentada respecto de esta variedad data de mediados del siglo XIV. Esto se debe a que durante la Edad Media, y hasta la segunda mitad del siglo XVIII, la producción de vino estuvo principalmente en manos de la Iglesia Católica. En Borgoña en particular, eran los monjes cisterciences quienes se encargaban del cultivo de la vid para la producción del vino de misa y en su constante búsqueda de mejoras para que la calidad del vino fuera digna de la celebración de Dios llevaron a cabo una minuciosa tarea de registro, clasificación y perfeccionamiento del manejo de los viñedos de la región.

Luego de la Revolución Francesa, al ser confiscados a la Iglesia, los viñedos fueron redistribuidos a la población laica para ser administrados de manera independiente, pero continuando con la elaboración de pinot noir elegantes y sofisticados, muy apreciados por las clases altas de la sociedad, lo que llevó a Borgoña a ser una de las zonas vitivinícolas más importantes a nivel mundial.

En líneas generales, de esta uva se obtienen vinos delicados, con cuerpo ligero a medio, de consistencia sedosa y colores que varían entre el rojo y el ocre muy claros que los distinguen de los demás tintos debido a que la piel de los granos cuenta con un escaso nivel de antocianinas (pigmento). Entre sus descriptores aromáticos pueden encontrarse frutas rojas como cerezas, guindas, ciruelas, frambuesas, grosellas, arándanos o cassis con notas florales de rosas, que resaltan en boca dada su poca astringencia, en función de una baja cantidad de taninos, y elevada acidez natural. También pueden presentar notas especiadas de vainilla y canela que se intensifican en el caso de pasar por un período de crianza en roble.

* Una característica muy común en los pinots argentinos es el aroma terroso a o hongos comestibles.

Por otra parte, da origen a grandes espumantes, ya sea en cortes clásicos con Chardonnay y Pinot Meunier, o solo, como blanc de noir (vino blanco elaborado a partir de uvas tintas). La región de Champagne, concretamente, es la que concentra actualmente la mayor cantidad de plantaciones de Pinot Noir en toda Francia destinadas a tal fin.

El hecho de que los vinos pinot noir se cuenten entre los más finos y exclusivos del mundo no es casual, ya que esta variedad de uva presenta todo un desafío tanto en el cultivo como en la vinificación:

  • Es delicada, poco vigorosa, muy susceptible a las altas temperaturas, a los cambios en las condiciones meteorológicas, al tipo de suelo y a las prácticas de poda.
  • La zona donde crece afecta a esta variedad  más que a cualquier otra influyendo directamente en los aromas y sabores finales que pueda ofrecer. Se adapta bien en zonas de clima fresco, ya sean costeras, debido a la influencia del mar, o montañosas gracias a la altura, y a suelos de alta mineralidad.
  • Sus racimos apretados y de hollejos finos tienen tendencia a la aparición de hongos y a la pudrición, por lo que requiere un constante mantenimiento de la canopia.

A pesar de las dificultades, ha logrado trascender las fronteras de Francia y establecerse muy bien en otros países. Aquellos donde más destaca su cultivo y producción de vinos son Estados Unidos, Alemania, Italia, Nueva Zelanda, Australia, Chile y Argentina, entregando vinos muy diferentes en función de la región, ya que refleja muy bien el terruño en el que se encuentra.

En Argentina es una variedad relativamente reciente, que llega en la primera mitad del siglo XX, a la región del Comahue (Río Negro y Nauquén) para ir extendiéndose luego al resto de las provincias vitivinícolas. Y si bien esta expansión se dio motivada principalmente por la producción de espumantes, los vinos tranquilos han logrado gran reputación, sobre todo los de la Patagonia, Chapadmalal (Buenos Aires) y Valle de Uco (Mendoza).

Actualmente Mendoza reúne el 74% de los viñedos de Pinot Noir del país, y es precisamente en el Valle de Uco donde se concentra la mayor parte. Los suelos calcáreos y las temperaturas moderadas por la altura de la zona hacen que esta variedad se exprese plenamente en vinos frescos y vivaces de elegancia característica.

Infografía: Wines of Argentina

Ahora bien, el momento que realmente nos importa es el del consumo:

Siendo un vino delicado, de elevada acidez y baja carga tánica, despliega mejor sus cualidades a una temperatura menor que el resto de los tintos, por eso la recomendación habitual es beberlo alrededor de los 14° C y así poder apreciar mejor todos sus matices.

En Exigente Wines apostamos todo por nuestros:

Diáfano Pinot Noir 2019 con 6 meses de crianza en barricas de roble americano y 6 meses de estiba en botella que le confieren suavidad y sutileza haciéndolo el acompañante perfecto para quesos de pasta blanda y semi-dura, risottos, paellas, sushi, vegetales asados, pescados, pastas con crema (sin tomate) así como platos de carnes blancas y rojas poco condimentadas.

Exigente Brut Nature 2018 – Método Champenoise con un 50% de Pinot Noir que le confiere cuerpo, untuosidad y elegancia, un 40% de Chardonnay que aporta acidez y mineralidad, y un 10% de Semillón que añade notas de miel y pan tostado. Tal complejidad lo vuelve un gran aperitivo que a su vez marida muy bien con mariscos y chocolates.

De aquí en más sólo queda disfrutar. ¡SALUD!