CHARDONNAY: dúctil y expresiva

Se cree que el nombre de esta variedad deriva de Sha’ar Adonai, término hebreo que significa Puerta de Dios y remite a la época en que los cruzados llevaron las primeras uvas blancas desde Palestina a lo que actualmente es territorio francés.

  • Es de fácil cultivo, ya que crece rápidamente y con pocos inconvenientes, lo que hace que sea considerada «la reina de las uvas blancas».
  • Es de brotación precoz y tiene un período corto de maduración, por lo que es una de las primeras uvas en cosecharse en cada región donde se produce.
  • Dependiendo del clima y del tipo de suelo donde se desarrolle tiene una expresión distinta, por su gran capacidad para reflejar, como un camaleón, el entorno en que se encuentra: en climas frescos tiende a producir vinos delicados y profundos, con aromas de manzana verde, cítricos, herbáceos y notas minerales; en climas templados a cálidos generalmente otorga vinos con mayor cuerpo que tienden más a los aromas florales, banana, frutas tropicales y de carozo.
  • Si bien es muy valorada para la elaboración de vinos espumantes también da origen a vinos tranquilos de altísima calidad, tanto jóvenes y frescos, como encorpados y untuosos dado su alto potencial de envejecimiento en barrica donde pueden evolucionar y adquirir complejidad sumando notas de vainilla, miel y manteca.

Con tantas variables en juego, las posibilidades de esta uva son infinitas.

En el ámbito local, se la considera la segunda variedad blanca tradicional de Argentina y se encuentra presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas, llegando a registrarse en 2019 un total de 5.921 hectáreas implantadas con esta cepa. Mendoza abarca más del 80% de esa superficie implantada, siendo la mayor productora de Chardonnay a nivel nacional principalmente en los departamentos de San Rafael, Tupungato y Maipú (*)

Si hablamos de maridajes, al haber tanta diversidad de estilos en la elaboración del Chardonnay, se puede decir que armoniza muy bien con casi cualquier plato, yendo desde quesos semiduros a carnes blancas, pescados y mariscos, pasando por paellas y risottos hasta pastas con salsas suaves.

  • Los vinos jóvenes maridan muy bien con comidas livianas y rápidas como sushi, pescados grillados, y comidas a base de pollo
  • Los vinos reserva, con paso por madera, son grandes acompañantes de los pescados grasos, embutidos y achuras
  • Los vinos espumantes son buenos como aperitivos o acompañando comidas livianas

Desde EXIGENTE WINES los invitamos a disfrutar nuestros:

Chardonnay Reserva 2018 con un paso por barricas de roble francés en su elaboración y seis meses de crianza en botella.

Exigente Espumante Extra Brut 2020, 100% Chardonnay elaborado con el método Charmat, que confiere al vino espumante una gran expresión de frutas, y menos presencia de levaduras.